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¿Cuál el valor de las cosas? La teoría del valor subjetivo de Diego de Covarrubias

Diego de Covarrubias (1512-1577) es uno de los pensadores más relevantes de la Escuela de Salamanca. Fue sucesivamente, catedrático de Derecho Canónico, oidor de la Cancillería de Granada, obispo de Ciudad Rodrigo y de Segovia, Padre Sinodal en el Concilio de Trento y presidente del Consejo de Castilla[1].  Su objetivo fue unir el derecho, la teología y la economía convirtiéndose en referente del pensamiento de su época. Covarrubias supone una síntesis perfecta de las ideas de dicha Escuela ya que Francisco de Vitoria y Domingo de Soto ejercieron una influencia vital en su pensamiento y este en otros posteriores como Juan de Mariana.

Desde su aplicación de la ética y la justicia en los asuntos económicos, Covarrubias creía firmemente en la importancia de un comercio justo y en la responsabilidad de los individuos y las instituciones de actuar con integridad en sus transacciones. Su visión enfatizaba la necesidad de que los inversores y los empresarios consideraran no solo los beneficios financieros, sino también el impacto social y humano de sus decisiones.

Su principal aportación económica fue ser pionero en la formulación sobre la teoría subjetiva del valor[2] en su obra, aportación que más tarde heredó la Escuela Austriaca, principalmente el economista alemán Carl Menger. Sobre esta idea gira toda la economía del libre mercado[3], Covarrubias afirma que «el valor de una cosa no depende de su naturaleza objetiva sino de la estimación subjetiva de los hombres, incluso aunque tal estimación sea alocada»[4]. Así ponía el ejemplo del trigo: «en las Indias el trigo se valora más que en España porque allí los hombres lo estiman más, y ello a pesar de que la naturaleza del trigo es la misma en ambos lugares»[5]. Por tanto, la gran aportación de este pensador es haber anticipado conceptos del liberalismo económico como la fijación de precios en el mercado (oferta y demanda, o en palabras de la época “libre concurrencia”)[6]. Esta noción se sitúa en contraposición a la teoría objetiva del valor que posteriormente fundamentará la teoría de la plusvalía marxista y gran parte del pensamiento económico moderno.

Además, fue precursor del pensamiento de Juan de Mariana sobre el valor de la moneda y la devaluación, teoría que exponíamos hace unos meses al pensador jesuita. Covarrubias fue defensor de la tesis de que manipular la moneda supone una alteración artificial que no respetaba las dinámicas naturales del mercado[7].

De la misma manera que todos estos teóricos españoles, Covarrubias creía que los propietarios individuales de bienes tenían derechos inviolables sobre los mismos[8]. Una defensa de la propiedad privada que se encuentra en plena consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia y en última instancia con la Ley Natural. Por último, Diego de Covarrubias no solo aportó a la economía, sino que también es un pensador muy relevante en otros campos, principalmente el jurídico. En ese sentido, defendió las causas de la guerra justa, los títulos de conquista o el concepto de derecho de gentes, siendo considerado uno de los mayores expertos en derecho romano[9].


De esta manera, el pensamiento de Diego de Covarrubias pone de manifiesto una vez más la importancia de la moral en la economía, o más concretamente la economía como una ciencia moral. Así, la obra de Covarrubias es relevante para la actualidad en tanto en cuanto supone un testimonio de la importancia de aplicar la ética a la actividad económica.

[1] Gómez Rivas, León, Don Diego de Covarrubias, 2022, Unión Editorial, p.35.

[2] Huerta de Soto, Jesús, Estudios de Economía Política, 2020, Unión Editorial, p.45.

[3] Ibid, p.153

[4] De Covarrubias, Diego, Omnia Opera, «Veterum Collatio Numismatum, cum his, quae modo expenduntur, publica, et Regia authoritate perpensa», 1604, pp. 669-710.

[5] Ibid.

[6] Gómez Rivas, León, Campeones de la Libertad, 2019, Unión Editorial, p.150

[7] Ibid.

[8] Rockwell, Llewellyn, The True Founders of Economics: The School of Salamanca, 2018, Mises Institute. Disponible en internet: https://mises.org/wire/true-founders-economics-school-salamanca

[9] Rothbard, Murray N, Historia del Pensamiento Económico, 2013, Unión Editorial, p.144.

Borja Barragán

Casado y padre de siete hijos, cuenta con 19 años de experiencia en banca de inversión. Tiene muy clara su vocación profesional: poner aquello que sabe hacer (inversión, economía y finanzas) al servicio del apostolado. Tras haber trabajado en banca de inversión en entidades internacionales (Bank of America Merrill Lynch, Royal Bank of Scotland y Goldman Sachs) fundó en Julius Baer el primer fondo de inversión de renta variable en España que seguía la Doctrina Social de la Iglesia: Temperantia. Con formación en Administración y Dirección de Empresas (ICADE), amplió su formación relacionada con el mundo de la inversión coherente con la fe (faith-consistent investing): – Harvard University (Boston): Sustainable Finance & Investments Program – Máster en Pastoral Familiar del Instituto Juan Pablo II – Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma (Angelicum) – Gestión de endowments y fondos institucionales – IESE. Hoy, es el fundador de Altum Faithful Investing, empresa de asesoramiento financiero que sigue los criterios del magisterio de la Iglesia Católica en todas y cada una de sus decisiones.