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Comentario de Mercado Enero

Comenzamos el 2024 con el optimismo que vivimos los dos últimos meses del 2023, es decir, la posibilidad de que los bancos centrales bajen los tipos durante este año. Subieron los índices de renta variable global, excepto los de los países emergentes arrastrado por la mala evolución de China debido a la desastrosa situación del mercado inmobiliario. Los índices de renta fija global también subieron, pero frenados por la renta fija gobierno que tuvo una evolución negativa. 

Renta variable:
MSCI World: +1,14%
SP500: +1,59%
Stoxx 600 Europe: +1,39%
MSCI países emergentes: -4,68%
Hong Kong: -9,16%
Renta fija global: +0.29%

Una de las grandes preocupaciones de los inversores durante 2022 y gran parte de 2023 era si íbamos a entrar en recesión o no. La razón principal era que una subida tan fuerte de tipos (para frenar la inflación) podría provocar una fuerte caída de la actividad. Por ahora no se ha producido y lo que subyace en el mercado actualmente es que se asume una caída “suave” de la actividad, pero nada dramático, es decir, los bancos centrales, especialmente el de Estados Unidos, habrían conseguido su objetivo de frenar la inflación sin provocar una recesión. ¿Y ya está?, ¿todos contentos? Tengo mis dudas, ¿por qué? (utilizo fundamentalmente datos de Estados Unidos porque es reflejo de lo que pasa en el mundo)

  1  Consumo: en los países desarrollados representa el 70% y es una de las variables que se ha comportado bien tras el Covid y, por tanto, ha contribuido para que la recuperación del PIB en Estados Unidos fuera muy positiva. El último dato mostraba como la economía americana crecía al 3,3% interanual empujado por el consumo. Este crecimiento del consumo viene empujado por el exceso de ahorro “forzado” que obtuvieron los ciudadanos americanos durante el Covid (El Estado estuvo repartiendo dinero directamente al ciudadano para cubrir la falta de ingresos). Este ahorro se está terminando (una referencia es el incremento del uso de tarjetas de crédito y de petición de préstamos de coches). Si se está terminando, el consumo tenderá a caer y no será un sustento que ha sido hasta ahora.  

  2  Situación bancaria: Los bancos son el principal proveedor de capital para consumo e inversión por lo que la evolución de su negocio es clave. Una de las principales fuentes de financiación de los bancos son las cuentas corrientes y depósito de los clientes y hasta hace poco eran gratuitas. Al subir los tipos de interés, muchos depositantes sacaron su dinero de los bancos para meterlos en fondos del mercado monetario muy conservadores, pero con tipos de interés cercanos al 5%. De esta manera, los bancos tienen que compensar la salida de liquidez de sus cuentas subiendo la rentabilidad de los depósitos de sus clientes para evitar salidas y/o aumentando el tipo de interés de los préstamos a sus clientes. Al final, se traduce en un mayor coste financiero para el que pida prestado y, por tanto, menores prestamos, menor consumo y menor inversión.

  3  Renovación préstamos: En Estados Unidos, hay una cantidad importante de préstamos al sector inmobiliario comercial que vencen en 2024. Se renovarán con tipos de interés mucho más altos de lo que estaban acostumbrados y, por tanto, un menor número de préstamos.

¿Quiere decir esto que vemos una recesión inminente? No necesariamente. Hay dos aspectos fundamentales que invitan al optimismo:

  1  Resultados empresariales: Había mucho pesimismo en la previsión de los resultados por la subida de los costes de materiales y financieros que repercutirían negativamente. Los resultados no están siendo tan malos porque la digitalización (inteligencia artificial, por ejemplo) está provocando que todos los sectores empresariales tengan una mayor eficiencia en costes y, por tanto, mejores resultados.

  2  Situación financiera de los bancos: A pesar de lo comentado anteriormente, la situación financiera de los bancos está hoy mucho más saneada que en las anteriores crisis. Hicieron los deberes y protegieron sus balances para que no fueran tan frágiles.

Estos dos últimos puntos invitan a pensar que un aterrizaje suave de la economía es más probable, pero hay que estar muy atentos para no caer en la complacencia.